Jordi Ferreiro – «Pedagogía de la sacudida»

¿En qué contexto trabajas como un educador de arte?

Jordi Ferreiro: Me llamo Jordi Ferreiro, nací en Barcelona en 1982, soy artista y educador. Trabajo desde hace más de 7 años principalmente en museos y centros de Arte Contemporáneo. Mi trabajo consiste en una investigación sobre los procesos de recepción e interpretación de la obra de arte, tanto en el contexto educativo como en el artístico, a través del uso de la performance y la participación de los públicos.
Mis proyectos suelen recurrir a formatos entendidos dentro de la institución expositiva como pedagógicos para transformarlos en formatos artísticos (y viceversa) a partir del uso la colaboración y el diálogo, de tal manera que lo tradicionalmente entendido como visitas guiadas, audioguías, conferencias y eventos participativos se convierten en otra cosa.
Con mi trabajo intento generar interferencias entre los departamentos de curadoría y mediación de las instituciones culturales, alejando su práctica de los canales tradicionales de difusión del arte.

¿Con quién trabajas?

JF: En el pasado formaba parte del colectivo “Comte d’Urgell” con mi amigo Carlitos Carbonell. Juntos trabajábamos entre el arte y el diseño, pero recuerdo que en aquel momento lo pedagógico era importante para nosotros, de hecho, Carlitos montó un blog muy interesante con sus opiniones sobre el tema…
Ahora, aunque trabajo principalmente solo, mi práctica siempre me lleva a colaborar/negociar con otras personas dependiendo del proyecto, así que no podría decir que trabajo en solitario al 100%.

¿Cómo describirías la relación entre educación y arte?

JF: Opino igual que uno de mis principales referentes, Luís Camnitzer, también Artista y Educador. Camnitzer siempre afirma que Arte y Educación son la misma cosa pero con formatos distintos. Al principio de mi práctica como educador, me preparaba las visitas guiadas como me preparaba una performance, y a la inversa en mi práctica como artista, hasta que llegó un momento en el que me dí cuenta que mis visitas guiadas podían ser consideradas performances artísticas.

¿Por qué tratas de mediar el arte (contemporáneo)?

JF: En mi caso, al trabajar como artista y estar interesando en procesos de encuentro con el público, la mediación del arte es la excusa perfecta para torcer los contenidos de la exposición y hablar de otras cosas que me interesan o estoy investigando en ese momento. Una de las cosas que más valoro de la mediación en arte, es esa posibilidad de interpelación directa con el público. La mediación nos permite proponer y negociar con el público en primera persona y eso me parece difícil de encontrar en propuestas artísticas.

¿Qué importante son la educación y la mediación del arte para un museo / una institución?

JF: Las obras en una exposición son como cadáveres en un cementerio… los comisarios y los educadores somos los nigromantes que reanimamos las obras y las hacemos vivir de nuevo dotándolas de nuevos significados y puntos de vista.

¿Qué instituciones proporcionan la oportunidad de hablar de nuestra experiencia personal con / respectivo el arte?

JF: Los museos y los centros de arte son y deben ser esos espacios, donde linkar nuestras experiencias con las de los artistas.

¿Hasta qué punto hace enseñar / mediar que el arte proporciona la oportunidad a acciones concretas para el público / audiencia?

JF: Cuando yo planteo mis propuestas como artista y educador siempre busco que el espectador se enfrente a la “toma de decisiones creativa”, es decir, proponer situaciones donde el espectador tenga que asumir un rol activo y propositivo… aunque no es nada sencillo.

¿En tu opinión personal, cuáles son los criterios para mediar con éxito el arte? ¿En tu punto de vista, qué es sobre todo difícil sobre ello?

JF: Creo que desde mi experiencia lo podría resumir en tres puntos:
Como decía antes, los mediadores han de crear un tablero de juego a la hora de diseñar sus propuestas y empoderar al espectador a ser participante.
Por otro lado es importante que los mediadores encuentren su propia voz y tono, lo más alejado posible de la voz institucional. Ese estilo o manera de hacer, es lo que les va a proporcionar el acercamiento real con el público y no uno impostado.
Y por último, no plantear su trabajo como un servicio sino como una producción cultural, con todo lo que eso conlleva a nivel crítico y artístico.

¿Has desarrollado un método especial o una estrategia innovadora con la cual trabajas?

JF: La verdad es  que durante todos estos años en los que me he ocupado de trabajar con el público en salas, he ido cada vez más lejos en el uso de la performance hasta que ha llegado un punto en el que la violencia es el inicio del aprendizaje. En el contexto de MACBA, siempre hablo y utilizo el concepto de “Pedagogies sacsejadores” (Pedagogias de la sacudida/shaking pedagogies). Donde la performance empuja al espectador a situaciones de toma de decisiones muy directas y lo arrastra a la zona de debate… y realmente funcionan muy bien.
Esto sucede porque me resulta imposible hablar y mediar el Arte Contemporáneo si no parto desde la pasión por el Arte, me resultaría imposible hacerlo de otro modo.

¿En que sigues trabajando en este momento?

JF: Estoy desarrollando un proyecto en residencia en un instituto de secundaria. Es un proyecto que investiga lo sonoro como creador de nuevas sensibilidades. Para explicarlo muy rápido, vamos a transformar un aula en desuso dentro de la escuela para convertirlo en un estudio de grabación insonorizado. Una especie de Hub donde los alumnos puedan trabajar diferentes proyectos que van desde la creación de una radio a trabajar instalaciones sonoras…

¿Qué libros, proyectos etc. eran/son importantes para tu trabajo – y por qué?

JF: Hay muchos libros o proyectos importantes para mí, pero mi principal referente son todos aquellos artistas que han trabajado entre la mediación, lo performático y el encuentro con el público, desde la experiencia directa. Artistas como Joseph Beuys, Andrea Fraser, Marcel Broodthaers, Allan Kaprow, Nicolás París, Félix González-Torres, Luís Camnitzer, Michael Asher y muchos más.

¿Hay una pregunta especial la cual te gustaría preguntar a un educador de arte?

JF: Más que una pregunta, me gustaría hacer una propuesta. Lo que me gustaría es que se les permitiera a los educadores tener voz y hablar más sobre su práctica, ya que cuando leemos o escuchamos prácticas en mediación artística siempre encontramos a coordinadores, jefes de programas y etc…, Los que tienen voz son siempre los superiores pero nunca a los subalternos. ¡Hagamos más preguntas a educadores! ¡Demos espacio a los educadores para que puedan hablar de su práctica!

¿Cómo imaginarías el futuro de la educación / mediación del arte?

JF: Creo que ahora vivimos un buen momento, a corto plazo aún será mejor y tendremos muchas oportunidades de hacer cosas increíbles. Como siempre, esta situación no será siempre así y a largo plazo tendremos un retroceso donde la mediación volverá a perder importancia. Con un poco de suerte, el trabajo que hagamos ahora desarrollará unas buenas prácticas o una ética que permitirá a las nuevas generaciones continuar trabajando sobre una base mucho más sólida.

 

Jordi Ferreiro (Barcelona 1982) es artista y educador. Su trabajo consiste en una investigación sobre los procesos de recepción e interpretación de la obra de arte, tanto en el contexto educativo como en el artístico, a través del uso de la performance y la participación de los públicos. Ferreiro recurre a formatos entendidos dentro de la institución expositiva como pedagógicos para transformarlos en formatos artísticos (y viceversa) a partir del uso la colaboración y el diálogo, de tal manera que lo tradicionalmente entendido como visitas guiadas (The Emperor’s New Clothes), audioguías (A Conversation with the museum or A performance to be performed), conferencias (Le Lotissement du ciel, Hyperconference) y eventos participativos (The presence or another Story/Another occasion) se transforman en otras cosas. El trabajo de Ferreiro intenta generar interferencias entre los departamentos de curadoría y mediación de las instituciones culturales, alejando su práctica de los canales tradicionales de difusión del arte. Bajo esta premisa, Ferreiro ha realizado proyectos en diferentes instituciones de ámbito internacional como Z33 (Belgium), Zacheta Gallery (Polonia), MAC (Bogotá Museum of Contemporary Art), Lugar a Dudas (Cali), Valand Academy (Gothemburg), Gaîté lyrique (France) y de ámbito local como MACBA (Barcelona Museum of Contemporary Art), CaixaForum (La Caixa Foundation Cultural Center), Fabra i Coats (Barcelona Center for Contemporary Art), Matadero (Madrid) y La Casa Encendida (Madrid).

Imagen: © J.F.
Entrevista: Cynthia Krell



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